lunes, 30 de noviembre de 2015

EL PRIMO x Renate Mörder #wordvember 28

Su primo estaba enfermo, ellos no lo conocían pues había estado internado durante años. Lo habían traído a la casa y lo habían instalado en el área de huéspedes, lo cuidaba un enfermero que a veces cruzaban en la cocina y una vez a la semana veían entrar y salir a un señor que, según lo que les había dicho su mamá, era médico. Los adultos no les daban demasiados detalles acerca del estado de salud de su primo ni les permitían verlo. Tampoco hablaban de él por lo cual, pasada la intriga de las primeras semanas, terminaron olvidándose de su existencia. Cierto día en que bebían leche chocolatada en la cocina apareció el enfermero con una herida en la frente. Sus padres de inmediato acudieron a socorrerlo. Entre medio de tanta preocupación se olvidaron de ellos y revelaron mucho más de lo que hubieran querido. Los niños se quedaron preocupados, su primo había herido al enfermero. Lo habían tenido que atar más fuerte, no respondía a las inyecciones,  estaba demasiado agresivo y dijeron que debían hacer algo urgente para concluir con el asunto. Esa noche no pudieron dormir, cualquier ruido los sobresaltaba, tenían miedo que su primo se escapara y los hiriera a ellos o a sus papás. A la mañana siguiente vino el médico, se encerró con el enfermero y sus padres en el área de huéspedes, salieron al rato, arrastrando a un muchacho, lo llevaban atado y amordazado. "Vamos al hospital -les dijo la madre- volvemos en un rato, no salgan". Los niños se quedaron viendo como la camioneta de sus padres se perdía en el horizonte. Supieron que algo no andaba bien, eran niños no tontos y a los enfermos no se los trata tan mal. Sus padres volvieron al atardecer, traían una bolsa con dinero, quisieron explicarles los del primo pero ellos no escucharon, prefirieron irse a jugar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Deja un comentario.

Deja un comentario.