Los muñecos de la pequeña Antonia son de carne y hueso, son niños que su padre captura para ella en las barriadas humildes de la ciudad. Los criados de la casa los alimentan, los bañan, los perfuman y los visten con las ropas que la niña elige especialmente para ellos. Antonia a veces los maquilla, a veces les corta el pelo, a veces les pega, a veces les grita, a veces los encierra. Es caprichosa y un poquitín perversa, sus niñeras son testigos y se horrorizan con sus juegos, dicen "algún día alguno va a terminar muerto" Pero no hacen nada, miran hacia otro lado, consienten.
sábado, 21 de noviembre de 2015
ANTONIA x Renate Mörder #wordvember 20
Los muñecos de la pequeña Antonia son de carne y hueso, son niños que su padre captura para ella en las barriadas humildes de la ciudad. Los criados de la casa los alimentan, los bañan, los perfuman y los visten con las ropas que la niña elige especialmente para ellos. Antonia a veces los maquilla, a veces les corta el pelo, a veces les pega, a veces les grita, a veces los encierra. Es caprichosa y un poquitín perversa, sus niñeras son testigos y se horrorizan con sus juegos, dicen "algún día alguno va a terminar muerto" Pero no hacen nada, miran hacia otro lado, consienten.
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